La idea acerca de lo masculino ha estado asociada de manera directa a valores culturales construidos a lo largo de la historia. En la actualidad esta idea es motivo de reflexión pues sobre ella se montan los discursos y maneras de actuar que naturalizan los estereotipos de ser hombre. Tales estereotipos inciden en los estilos de vida; en los límites a la libertad de comportarse integralmente en lo afectivo y en lo social dentro del espacio público y privado. Asimismo, determinan las opciones del hombre, las condicionan culturalmente a patrones centrados en el deber ser. La familia es el primer escenario en donde la mujer y el hombre ponen en juego lo que se espera de ellos, los modelos de conducta se transmiten a través de las prácticas discursivas y los actos que ocurren en la vida cotidiana del hogar. Con el presente estudio3 nos propusimos: 1) conocer el significado de la masculinidad que tienen hombres pertenecientes a grupos familiares con diferente nivel socioeconómico; 2) comprender la cotidianidad familiar construida por un grupo de hombres a partir de sus vivencias de género.
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