Los problemas mentales, el sufrimiento emocional intenso y la desesperanza son comunes en las crisis humanitarias. Estos problemas pueden llevar al suicidio* o a la autolesión*. Algunos trabajadores de la salud temen, equivocadamente, que preguntarle a una persona si ha contemplado el suicidio la impulsará a tratar de suicidarse. En realidad sucede lo contrario; conversar acerca del suicidio a menudo reduce la ansiedad de la persona en torno a sus pensamientos suicidas, la ayuda a sentirse comprendida, y le brinda la oportunidad de explorar el problema más a fondo. Los adultos y los adolescentes que padecen cualquiera de los trastornos mentales, neurológicos o relacionados con el consumo de sustancias tratados en esta guía corren el riesgo de suicidarse o autolesionarse.

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